Nuestros abuelos y padres trabajaron en el pueblo realizando varios oficios: escriñero, sastre, barbero, panadero, tejedor, posadero, cuidador de cabras, sillero, hilador, campesino. Estos oficios han desaparecido. Para nosotras, la pobreza y la necesidad fueron los factores que hicieron que nuestra familia e incluso nosotras mismas tuviéramos que marcharnos para buscar trabajos mejor remunerados. Algunos de nuestros parientes se fueron a Asturias a trabajar en la siderurgia, otros a Francia.
Al igual que todas las mujeres de la época, nuestras abuelas y madres apoyaban a los hombres en los oficios. En el trabajo del campo toda la familia colaboraba, incluso los más pequeños. El trabajo de las mujeres de nuestra familia ha sido diverso e interminable, han sido y hemos sido el pilar de la familia y de la economía.
Nos despedimos con una frase de Carmina que refleja lo que hemos comentado durante la sesión “A nosotras nos ha enseñado más la necesidad que la universidad”.