jueves, 25 de noviembre de 2010

Rescatando recuerdos y tradiciones de Los Santos


El recorrido empezó en el ayuntamiento. Las mujeres destacaron que la biblioteca actual era la escuela a la que ellas asistían, los hombres tomaban clase en otro edificio que en aquel tiempo estaba a las afueras del pueblo.

En la plaza donde se encuentra el monolito con el escudo de Los Santos antes se realizaban las comedias, alguna de ellas también recuerda los bailes.


Un elemento que destacaron como parte del patrimonio material es la arquitectura de las casas hechas de piedra. Las casas siempre tenían el corral delante y la vivienda detrás. El corral se utilizaba para el ganado y también para guardar las herramientas del trabajo del campo. Berna nos enseñó la casa de sus abuelos que aún guarda la arquitectura tradicional. La cantería de piedra sigue siendo un elemento característico de las casas de más reciente construcción, aunque muchas de las mujeres manifestaron su desagrado por alguna construcción que rompe por completo la tradición arquitectónica de Los Santos. Uno de sus mayores deseos es que se respete y se adapten las nuevas construcciones a las formas tradicionales. Aunque las cosas han cambiado y al no haber ganado ni arados, ya no es necesario tener corral.

Uno de los lugares que más deseo tenían de mostrar fue la Iglesia de San Bartolomé. Durante la visita nos comentaron que son las mujeres las que se encargan de limpiarla. Para las labores de limpieza han organizado una rotación de dos mujeres al mes por cada uno de los barrios del pueblo. También destacaron su participación y colaboración en las fiestas religiosas.


El paseo por los castaños centenarios estuvo amenizado por anécdotas de la infancia y la juventud de las participantes. Este paraje fue lugar de encuentro y de juego durante su infancia. Algunas recuerdan que sus madres ya les contaban que también jugaban en este lugar. Cuando eran pequeñas venían aquí a espiar a las parejas de novios, que se sentaban bajo los castaños. Y durante su juventud ellas también venían con sus novios a (y futuros maridos) a caminar y hablar bajo los castaños. Todas ellas ríen al recordarlo y comentan que es un lugar muy bonito y muy romántico.

Ellas, dicen, son personas que han estado (y están) en contacto con la naturaleza, ésta ha sido muy importante en sus vidas ya que en sus tiempos de ocio siempre han preferido ir a dar una vuelta.

Una de las tradiciones más importantes de Los Santos ha sido el cultivo, el hilado y la confección del lino. En todo este proceso las mujeres han sido partícipes. Este oficio lo han aprendido de su familia pues en el cultivo y el procesamiento del lino tanto las mujeres como los hombres tenían funciones definidas. Entre las tareas destacaron la de los hombres apretando el lino con el mazo de madera para quitar la cáscara, y la de las mujeres en el proceso de blanqueado. El hilado de lino y la confección de prendas han sido tareas específicas de las mujeres. Aunque alguna de ella recuerda a su abuelo hilando lino. Durante la sesión Presentación hizo una magnifica demostración del hilado del lino. En este proceso los dedos no paran de moverse: las yemas de los dedos índice, anular y pulgar de una mano aprietan las hebras del lino para fijar el grosor del hilo y con la otra se va engrosando el “carrete” de hilo. Si uno no conoce esta actividad parece que es fácil de hacer, pero a la hora de la verdad requiere de años de dedicación. A ellas les preocupa que esta labor se pierda, pero son conscientes de que la juventud ya no va dedicar su tiempo a eso. Sin embargo hay excepciones: La hija de Presentación quiere que su madre le enseñe a hilar. Y la hija de Asunción ha hecho una toalla de lino muy bonita. Por eso son optimistas, y están seguras de que siempre habrá quien mantenga y transmita esta tradición.

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