Orgullosas de nuestras labores

Este jueves ha sido muy especial. En nuestras cajas hemos traído muchas de las labores que hemos realizado a lo largo de nuestras vidas.
Durante la sesión ha quedado claro que uno de nuestros mayores logros ha sido criar a los hijos, ayudar a nuestros maridos y hacer labores. Éstas últimas han sido centrales en nuestra vida porque en ellas hemos invertido el tiempo libre, el dinero y la imaginación y, sobre todo, porque ha sido nuestro espacio propio, dónde hemos podido tener autonomía y tomar decisiones. Para muchas de nosotras la inquietud de tener dinero para hacer labores supuso nuestra incorporación al mundo laboral. Algunas de nosotras incluso emigramos para buscar un trabajo y tener recursos económicos que nos permitieran confeccionar nuestros ajuares (o como llamamos en Los Santos “el equipo”).
Hemos mostrado verdaderas obras de arte. Manteles, toallas, jerséis, traje de charra, mantón de manila, tu-y-yo, etc. Muchas de nuestras hijas ya no hacen labores porque trabajan y no tienen tiempo. Sin embargo, les encanta que nosotras sigamos haciendo cosas para sus casas y para nuestros nietos y bisnietos.